El sobre blanco... y yo.
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Jujisan
Chibi-L
Naomi Misora
7 participantes
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El sobre blanco... y yo.
Capítulo I
Seguía llorando sin poder parar, se había ido, para siempre y ya no iba a volver, jamás. Por mucho que la echara de menos y la recordara cuando yo no era más que una niña.
No estaba allí con su dulce, frágil y cálida voz con la que me cuidaba, me dormía y sencillamente, me quería.
Habían pasado ya cuatro horas desde que me habían llamado del hospital, mi madre había despertado del coma y quería verme. Eufórica colgué el teléfono y me dirigí a verla. No hacía más de medio día que había estado con ella, leyéndole en la cama, yo que me imaginaba que me escuchaba mientras le contaba la historia. La misma historia que ella me contaba, poniendo las mismas voces que ella ponía cuando yo era pequeña.
Volví y la encontré tumbada mirando la televisión, como si nada hubiera pasado. No me lo creía. Brotaban lágrimas de mis ojos, de la alegría que sentía al poder verla de nuevo. Me abracé a ella, no quería soltarla.
"Te quiero, hija mía" me dijo al abrazarla.
-Aunque no me queda mucho en este mundo, tú siempre sabrás que te quiero, que te estaré vigilando desde allí arriba, y que siempre estaré aquí... en tus recuerdos. -Explicó mientras empezaba a llorar.
Me soltó y tomó mi mano. Yo no podía decir nada.
-Quiero que..tengas esto.-;e dijo mientras abría mi mano y me hacía entrega de un pequeño sobre blanco, en el se hallaba una carta escrita a mano por ella. Abrí el sobre y leí la carta en voz baja. Sin apenas darme cuenta ella ya había cerrado los ojos, para siempre, y nunca más...los abrirá.
Seguía llorando sin poder parar, se había ido, para siempre y ya no iba a volver, jamás. Por mucho que la echara de menos y la recordara cuando yo no era más que una niña.
No estaba allí con su dulce, frágil y cálida voz con la que me cuidaba, me dormía y sencillamente, me quería.
Habían pasado ya cuatro horas desde que me habían llamado del hospital, mi madre había despertado del coma y quería verme. Eufórica colgué el teléfono y me dirigí a verla. No hacía más de medio día que había estado con ella, leyéndole en la cama, yo que me imaginaba que me escuchaba mientras le contaba la historia. La misma historia que ella me contaba, poniendo las mismas voces que ella ponía cuando yo era pequeña.
Volví y la encontré tumbada mirando la televisión, como si nada hubiera pasado. No me lo creía. Brotaban lágrimas de mis ojos, de la alegría que sentía al poder verla de nuevo. Me abracé a ella, no quería soltarla.
"Te quiero, hija mía" me dijo al abrazarla.
-Aunque no me queda mucho en este mundo, tú siempre sabrás que te quiero, que te estaré vigilando desde allí arriba, y que siempre estaré aquí... en tus recuerdos. -Explicó mientras empezaba a llorar.
Me soltó y tomó mi mano. Yo no podía decir nada.
-Quiero que..tengas esto.-;e dijo mientras abría mi mano y me hacía entrega de un pequeño sobre blanco, en el se hallaba una carta escrita a mano por ella. Abrí el sobre y leí la carta en voz baja. Sin apenas darme cuenta ella ya había cerrado los ojos, para siempre, y nunca más...los abrirá.
Última edición por Naomi Misora el Lun Mayo 30 2011, 20:32, editado 1 vez
Naomi Misora- L novato (clan de L)
Re: El sobre blanco... y yo.
muy buena...sobre todo el titulo!xDD
SIGUE ASI!(ups)
SIGUE ASI!(ups)
Chibi-L- L novato (clan de L)
Re: El sobre blanco... y yo.
Muy buena, para cuando el capitulo II???
Jujisan- Shinigami normal (Shinigamis)
Re: El sobre blanco... y yo.
Capítulo II
Llevaba las cenizas hacia su playa favorita, allí descansaría en paz, para siempre.
Aquel lugar siempre tan colorido y lleno de vida se había tornado en uno tétrico, siniestro y, en definitiva muerto.
Comenzaba ya a chispear, algunas gotas tocaban brevemente mi nariz, junto a mis lágrimas formaban un río en mis mejillas sonrosadas. Finalmente dije unas palabras, aquellas palabras que no pudieron salir de mi boca cuando mi padre falleció.
-Mamá, descansa en paz. –Concluí y acto seguido esparcí sus restos por el acantilado en el que conoció a mi padre, ese sitio en un principio feliz y del que, ahora, disfrutará para siempre.
Me metí en el coche y volví a leer la carta, el último regalo que me hizo, sus penúltimas palabras. Encendí el motor y marché a casa. La tenía para mí sola. ¿Cómo afectaría este gran cambio a mi vida?
Solté las llaves en la entrada, el gato se restregó por mis piernas y lo aparté suavemente. Cogí algo de comer y me senté en el sofá. Miraba la tele sin prestarle atención, comía sin apetito y poco a poco me quedé asumida en un profundo sueño…
Desperté en un hospital. ¿Qué estaba haciendo allí? Vagaba sin rumbo por él. Intenté gritar. Nadie me oía. Lloré. Nadie me vio. Marché hacia la puerta. No podía salir. ¿Qué pasaba? Era todo tan real…
Entré en una de las habitaciones, no me podía creer lo que estaba viendo…
Llevaba las cenizas hacia su playa favorita, allí descansaría en paz, para siempre.
Aquel lugar siempre tan colorido y lleno de vida se había tornado en uno tétrico, siniestro y, en definitiva muerto.
Comenzaba ya a chispear, algunas gotas tocaban brevemente mi nariz, junto a mis lágrimas formaban un río en mis mejillas sonrosadas. Finalmente dije unas palabras, aquellas palabras que no pudieron salir de mi boca cuando mi padre falleció.
-Mamá, descansa en paz. –Concluí y acto seguido esparcí sus restos por el acantilado en el que conoció a mi padre, ese sitio en un principio feliz y del que, ahora, disfrutará para siempre.
Me metí en el coche y volví a leer la carta, el último regalo que me hizo, sus penúltimas palabras. Encendí el motor y marché a casa. La tenía para mí sola. ¿Cómo afectaría este gran cambio a mi vida?
Solté las llaves en la entrada, el gato se restregó por mis piernas y lo aparté suavemente. Cogí algo de comer y me senté en el sofá. Miraba la tele sin prestarle atención, comía sin apetito y poco a poco me quedé asumida en un profundo sueño…
Desperté en un hospital. ¿Qué estaba haciendo allí? Vagaba sin rumbo por él. Intenté gritar. Nadie me oía. Lloré. Nadie me vio. Marché hacia la puerta. No podía salir. ¿Qué pasaba? Era todo tan real…
Entré en una de las habitaciones, no me podía creer lo que estaba viendo…
Naomi Misora- L novato (clan de L)
Re: El sobre blanco... y yo.
Me alegro de que te guste! :3 Lo iré siguiendo :D
Naomi Misora- L novato (clan de L)
Re: El sobre blanco... y yo.
Capítulo III
La habitación estaba a oscura. Aún así podía ver un par de sombras. Una de ellas inmóvil en la camilla y la otra que se movía lentamente sobre la primera. Se escuchaban llantos y leves sollozos. Reconocía esa voz. Era mi madre. El médico entró de nuevo en la habitación para hablar con ella.
De repente vi a una niña pequeña, de unos nueve años. No era muy alta, pero tampoco bajo, de ojos grises y pelo largo castaño, con dos coletitas unidas en la parte trasera de la cabeza. Llevaba puesto una faldita vaquera con unos leotardos y una camisa de botones blanca. Tenía aspecto triste y se notaba en sus mejillas sonrojadas que había estado llorando. Era yo.
Aún podía recordar ese momento, aquel momento en el que todo parecía haber cambiado. Solo el recuerdo de mi madre llorando cada día, el recuerdo de las Navidades sin mi padre… todo… me dolía.
Comencé a sentir un fuerte dolor en el pecho y volví a abrir los ojos. Seguía en el sofá, arropada por una manta, los platos en la mesa y la tele encendida: Otra vez uno de esos estúpidos programas de cotilleos. La apagué y recogí los platos. A continuación, cogí un libro de la estantería, era un libro de poesía romántica. Lo abrí y cayó algo de dentro…
La habitación estaba a oscura. Aún así podía ver un par de sombras. Una de ellas inmóvil en la camilla y la otra que se movía lentamente sobre la primera. Se escuchaban llantos y leves sollozos. Reconocía esa voz. Era mi madre. El médico entró de nuevo en la habitación para hablar con ella.
De repente vi a una niña pequeña, de unos nueve años. No era muy alta, pero tampoco bajo, de ojos grises y pelo largo castaño, con dos coletitas unidas en la parte trasera de la cabeza. Llevaba puesto una faldita vaquera con unos leotardos y una camisa de botones blanca. Tenía aspecto triste y se notaba en sus mejillas sonrojadas que había estado llorando. Era yo.
Aún podía recordar ese momento, aquel momento en el que todo parecía haber cambiado. Solo el recuerdo de mi madre llorando cada día, el recuerdo de las Navidades sin mi padre… todo… me dolía.
Comencé a sentir un fuerte dolor en el pecho y volví a abrir los ojos. Seguía en el sofá, arropada por una manta, los platos en la mesa y la tele encendida: Otra vez uno de esos estúpidos programas de cotilleos. La apagué y recogí los platos. A continuación, cogí un libro de la estantería, era un libro de poesía romántica. Lo abrí y cayó algo de dentro…
Naomi Misora- L novato (clan de L)
Re: El sobre blanco... y yo.
No esta nada mal Naomi,veo que te describes momentos normales de la vida y por fin le pones titulo,es que si no no tiene gancho xD
Sigue ;)
Sigue ;)
L Lawliet- Administrador L (clan de L)
Re: El sobre blanco... y yo.
Tengo pocos lectores, pero son fieles! xDDD Pronto subiré el siguiente capítulo que ando de exámenes e.e
Naomi Misora- L novato (clan de L)
Re: El sobre blanco... y yo.
Cuando tenga algo de tiempo me lo leo y opino ^^. Pero por lo que he podido leer está bien ^^.
Almamu- Kira mediano (clan de Kira)
Re: El sobre blanco... y yo.
Vaya que interesante!!....me he formado más preguntas que respuestas je... pero bueno... espero la continuación de la historia.. va bastante bien :)
Chica de papel- N (clan de Near)
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